viernes, 21 de octubre de 2011

Dibujos animados y desanimados

El "tío Walt" me provoca
más escalofríos que Norman Bates

Nunca he sido un gran aficionado al género de animación. Ya desde niño prefería una de aventuras, un musical, una comedia o incluso un western antes que una película de Disney. Bambi me dejó una huella tan traumática que me ha impedido volver a verla de adulto y cuando he revisado alguno de los clásicos de toda la vida me han parecido llenos de aburridos números musicales, sentimentalismo melifluo y un sadismo gratuito,   así que no me extrañaría que el “tío Walt” hubiera padecido alguna clase de trastorno bipolar. Lo que sí es cierto es que no ocultó sus simpatía por todos los fascismos europeos, que fue un entusiasta colaborador de “la caza de brujas” macarthista y que los estudios Disney eran los únicos de Hollywood en los que no trabajaban judíos.
Disney  ejercía un control tan absoluto sobre el proceso creativo de sus películas que cuando murió los estudios cayeron en una lógica decadencia. A finales de la década de los ochenta un nuevo grupo de ejecutivos se hizo con el control de la compañía y decidieron sacarla a flote cambiando el espíritu de todo aquello que había sido "marca de la casa". La apuesta consistía básicamente en ir aligerando y modernizando los numeritos musicales, hacer guiones aptos tanto para niños como sus papis (que a fin de cuentas también veían la película) e ir sustituyendo progresivamente las dosis de crueldad y mala leche por sentido del humor. Surgieron así películas como La sirenita, La bella y la bestia, Aladdin, El Rey León, Pocahontas, El jorobado de Notre Dame o Hércules que no tardaron en llevar a los estudios Disney a una segunda edad de oro. Paradójicamente muchos de los nuevos ejecutivos eran judíos.
Para quien esto escribe fue una grata sorpresa volver a ver una película de animación y encontrarse con el nuevo giro dado por la compañía Disney, sobre todo porque el éxito de su nueva fórmula influiría en todo el género (y no sólo en su productora) para siempre. La ventaja de que el canon de las películas de animación hubiera sido tan estricto era que todo estaba por hacer...

Mulan (1998)
Hasta ese momento la película de animación que rompía con más tópicos. La protagonista no sólo no era una occidental, sino que incluso no se trataba de una chica en apuros, sino una muchacha que, haciéndose pasar por hombre, es capaz de vencer una batalla y salvar todo un imperio de uno de los "malos" más conseguidos de la historia de la animación (es brilantísimo el recurso narrativo de mostrar una simple muñeca para contar como los hunos planean y consuman el arrasamiento de una aldea. Seguro que el "tío Walt" hubiera preferido mostrarnos como destripaban viva a la dueña). Al final, en otra inesperado giro del guión, son los rudos compañeros de armas de la chica los que se disfrazan de mujeres para salvar al Emperador. Eso sí, el héroe resultaba demasiado cachas y machote para travestirlo. Tampoco se podía pedir que hicieran saltar todos los tópicos por los aires a la primera ocasión.


Monstruos S.A. (2001)
Pixar (compañía filial de Disney) ya había revolucionado el mundo de la animación en 1995 con Toy Story, primera película de la historia realizada íntegramente con efectos digitales. En esta ocasión nos sorprendía con un  mundo paralelo al otro lado de los armarios de los niños, poblado por  hilarentes monstruos. La escena de la huida interdimensional a través de las puertas es, a juicio de quien esto escribe, una de las mejores  persecuciones (y sin duda la más imaginativa) de la historia del cine. La resolución de la historia es tan sorprendente como divertida.





Shrek (2001)
La productora de Spielberg ya se había interesado por las películas de animación desde que en 1986 realizara Fievel y el Nuevo Mundo, aunque la cinta pasó por las pantallas sin pena ni gloria. En esta ocasión  (como en el poema Un mundo al revés de José Agustín Goytisolo) sí que todos los tópicos infantiles saltaron por los aires en un mundo de cuentos con príncipes malvados y heroicos ogros a la busca de princesas monstruosas. La secuela incluía a un divertido Gato con botas de acento andaluz (y casi me atrevería a decir "paleño) interpretado por Antonio Banderas, si bien era mejicano en la versión original. Es de justicia decir que las tres primeras películas de esta lista tienen en común el genial doblaje de José Mota, un hombre al que sin embargo no soporto como humorista.


Up (2009)
El guión de esta película estuvo varios años durmiendo en un cajón Una cosa era romper con los tópicos y otra bien distinta atreverse a hacer una historia protagonizada por un viejo solitario y gruñón en lucha contra la especulación inmobiliaria que junto a un niño con problemas de sobrepeso e integración social acaba viviendo la aventura de su vida. La magnífica escena del principio en la que se cuenta toda la historia del anciano sin una sola palabra contaba con el precedente de la también estupenda Wall-E y me parece uno de los mayores ejemplos de talento vistas en una producción de Hollywood en muchísimos años.





Según una leyenda urbana tan siniestra como sus clásicos infantiles, Walt Disney fue criogenizado a la espera de tiempos mejores. Puede que se trate de una historia sin fundamento, aunque también podría ser que con unas películas divirtiendo tanto a niños como a mayores y su productora llena de judíos, cualquiera es el guapo que se atreve a descongelarlo.

¡Si llego a saber lo que había dentro, no abro el congelador!

11 comentarios:

  1. Execelente articulo Herr K!
    Está bien claro que esta segunda edad de oro de Disney, sin Disney, es mucho mejor. Es menos pastelosa y cursi en muchos aspectos. Aunque Donald y Mickey son personajes clásicos no tienen ni punto de comparación con Sully o Donkey, el asno que acompaña a Shrek que son ya un referente tanto para niños como adultos.

    Si bien es cierto que de chico tenía merchandasing de Mickey Mouse del Disneyland, ahora me pirro por una figura de Donkey, de la que el doblaje de Eddie Murphy me gusta más que la de José Mota, al igual que el doblaje de Banderas en inglés, aunque esa es otra historia.
    Un saludo!

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  2. La última en romper prejuicios fue "Tiana y el sapo" por poner al frente de la historia una chica negra que ya aparece siempre junto a las típicas princesitas de Disney. No obstante, no estoy muy de acuerdo en que se haya perdido la mala leche y la crueldad, pues personajes que desarrollan ese papel los hay en "El Rey León" o "El Jorobado", quienes alcanzar un grado evidente de perversión.

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  3. Y después de todo, aún debemos agradecer a la historia que al tío Walt le diese por convertirse en mecenas de los dibujos animados y no por liderar a las hordas que defendían la elaboración de jabones y pantallas de lámparas con material semítico.

    Resulta cuanto menos inquietante que Disney pudiese llegar a controlar su gigantesca productora hasta el punto de mantenerla libre de judíos, quienes literalmente fundaron y levantaron el imperio de Hollywood (ciudad que por cierto era protestante hasta los huesos): Adolph Zukor, fundador de Paramount; Carl Laemmle, fundador de Universal; William Fox, fundador de Fox Pictures (la que más tarde se convertiría en la emblemática 20th Century Fox); Marcus Loew, fundador de Metro Goldwyn Mayer tras hacerse con el control de las productoras de los también judíos Louis B. Mayer y Samuel Goldwyn; Harry y Jack Warner -a quienes, en aras de la brevedad, llamaremos hermanos Warner-, fundadores de Warner Brothers; o Harry Cohn, fundador de Columbia Pictures.

    No sería entonces de extrañar que, como la NO tan leyenda afirma, Walt Disney fuese español (de Mojácar, Almería, según se dice), pues -estigmas de crueles y sanguinolentos conquistadores aparte- vive Dios que no existe mala leche más mala que la mala leche de los españoles...

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    1. Sólo una curiosisdad... ¿Por qué los estúpidos españoles siempre acaban hablando mal de sí mismos, aun con temas que NADA tienen que ver con ellos? Madre mía, ¡qué tendrán que ver ahora Disney y sus películas con los españoles, por favor! Siempre encuentro insultos hacia ese estúpido país en absolutamente CUALQUIER TIPO DE COMENTARIO; ¡CUALQUIERA! ¡Aunque se esté hablando de astrofísica, por Dios Santo! En fin... Españoles: ¿por qué no visitan ya de una vez a un psiquiatra? Es que, sinceramente, esta obsesión me parece ya enfermiza...

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    2. Produce verdadero deleite leer intervenciones tan inteligentes y libres de prejuicios como la suya. No me cabe la menor duda de que todos los españoles seguirán su consejo y buscarán ayuda profesional, si bien confiarán en tener mejores resultados que usted, ya que no ha conseguido liberarse de su odio irracional, su manía persecutoria, ni su complejo de inferioridad. Saludos al frenópata.

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  4. Y además de verdad. Ese regustillo con mal gusto que no sé porqué nunca hemos debatido entre amigos, en foros, o en el excelso face que nos dejó aquellas pelis tan "adorables" como "Dumbo", "Bambi" o el puto "patito feo"; ha estado lantente en un rinconcito de la mollera por siempre.
    Un marronazo infantil al que no sé porqué adoramos y seguimos adorando.
    Nada más cierto que la nueva época post "Walt" es, sin duda, la divertida, la familiar y la que nos ofrece cosas.
    De nuevo un artículo para aprender y sin desperdicio.
    ¡¡Vivan Timón y Pumba!!.

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  5. $. M. K: A mi (aunque le parezca un pecado) me parece más gracioso y con más matices el doblaje de José Mota. El de el gran Eddie Murphy me parece algo "cargante"

    PEPE: Ciertamente la protagonista afroamericana de Tiana fue la última en romper prejuicios, aunque no la he puesto porque no la he visto.

    Te doy la razón en que tanto "El Rey León" como "El Jorobado" aún guardan dosis de mala leche, pero por eso mismo he escrito "progresivamente" para referirme al abandono de ese sadismo gratuito que en las cuatro seleccionadas brilla por su ausencia. De todas formas la muerte del Rey León es "peccata minuta" comparada con la del padre de Bambi.

    Carlos: Le agradezco su ilustración sobre las evidentes relaciones de los orígenes de Hollywood y la comunidad judía. Me parece muy arriesgado relacionar la mala leche de Disney con el caracter español. Creo que más bien se trata de un simple caso de patología personal. Por cierto, Dalí (otro que tal) aseguraba que Disney le confesó su origen español, pero no me parece una fuente muy fiable.

    Ricardo: Muy bueno sugerir esa "terapia de grupo" generacional para sacarnos los traumas Disney. La única mala leche que no deja secuela es la de los desternillantes dibujos de la Warner.

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  6. Pues aquí disiento, Pablo. Y mucho. Soy un gran aficionado al cine de animación, y tengo un especial cariño tanto por la productora Disney, como por su figura. Eso no me impide dejar de reconocer los "defectos" que tenía...pero ponerme a discutir aquí sobre la huelga de Disney o lo de los fascismos europeos, (entonces no se hubieran hecho cortos como este
    se haría muy largo. Puedo asegurarte que el tema es más complejo que presentarlo como un "villano"...
    Pero a) sí había judíos en Disney y b)lo de la congelación es falso. Difícil cuando fue incinerado.
    Gustándome la segunda etapa de Disney, y por supuesto el lote de Pixar, creo que películas clásicas de la primera etapa siguen siendo buenísimas (¿qué son crueles? Como los viejos cuentos infantiles; por suerte la época no era tan políticamente correcta; aunque sí se modificara incluso en aquellos años la imagen del lobo de los tres cerditos por burlarse del estereotipo del judío).
    Un saludo.

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    1. No lo presento como un villano, simplemente, igual que a algunos os resulta simpático, yo no oculto mi antipatía por el personaje. De todas formas, tanto su apoyo a los fasicsmos europeos, como su colaboración con la "caza de brujas", son hechos históricos y documentados.
      Lo de la congelación ¡por supuesto que es falso! por ello lo califico de lo que siempre ha sido: leyenda urbana.
      Por cierto, David, muchísimas gracias por el enlace con el corto de Donald (en un primer momento no lo advertí). Pero fíjate en un pequeño detalle: está realizado en 1942, cuando EE.UU. ya estaba en guerra con Alemania. Tampoco era cuestión de cometer alta traición contra tu país en tiempos de guerra.
      Saludos y gracias por tus aportaciones.

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  7. Ay, Pablo, te había escrito un comentario bastante largo, pero se me ha borrado.
    En fin...
    Disney podía ser conservador y anticomunista (y más desde que pensó que su huelga venía causada por temas políticos y no porque estuviera pagando una miseria a los "nuevos" trabajadores; no así a la gente que empezó con él, que tenían auténticas fortunas)... pero no apoyó los fascismos. Vamos, no más que Churchill, la Europa pre-bélica o los norteamericanos abstencionistas que no estaban por la intervención en la II Guerra Mundial.
    Si los datos vienen por el libro de Disney: Príncipe negro de Hollywood (el que citan como referencia todas esas páginas que pululan por la red con el tema) ya te digo que es de muy poco de fiar y que me estuve leyendo las pegas que le ponían biógrafos que habían estudiado a Disney a base de bien, y no obviaban sus pegas en otros ámbitos, pero no estaban interesadas en falsear la Historia.
    A mí me gusta él como productor o impulsor de películas, no como persona (difícilmente me va a caer bien alguien que cuando se pelea con el animador Art Babitt durante la huelga porque el otro le dice que debería darle vergüenza lo que está haciendo (y Babitt era de los que ganaba bien)... decide que su nombre no debe figurar en la "Historia" de la compañía.
    Que tuvo sus cosas malas...sin duda. Pero también tenía sus momentos o cosas buenas, claro.
    No hay de qué, por supuesto.
    Un saludo.

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    1. Lástima lo de los comentarios borrados. A mí también me ha pasado más de una vez.
      Una vez más, vuelvo a agradecerte tu participación en esta tu casa.

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