miércoles, 19 de enero de 2011

Inmortales

Tras la batalla advirtieron un olor que se imponía sobre el de la herrumbre y la sangre seca en las armas: El olor a Gloria.


Con estas palabras se abría Gothia, una malograda "novela de caballerías" (de la que conservo el prólogo, primer capítulo, el borrador del segundo y un esbozo del resto del argumento) que comencé a escribir espoleado, como parte de un juego, por mi amigo Alex Lozano. Aquella labor dejó de tener sentido un ocho de enero cuando, con apenas treinta años, cabalgó prematuramente hacia la inmortalidad bajo escolta de todos aquellos personajes (Ramiro, caudillo de los godos; el felón Alarico; Baraquías "el Rayo", guardián de la tumba del Apóstol Santiago; Paulf y Carolo de Betia; Augusto de Tritonia, Tolomeo "el Joven"; o Aleixandre "el Nigromante", príncipe de Bizancio). In memoriam.

SIT TIBI TERRA LEVIS

domingo, 16 de enero de 2011

Ni en sueños

Todos soñábamos con que este año el Balón de oro recayera en un español, Xavi e Iniesta eran finalistas e incluso la Gazzetta dello sport filtró el nombre del manchego como ganador. Los dos eran campeones de Liga y sumaban el campeonato del mundo al título europeo conseguido hace dos años. Pero nada, ni por esas.
Un anuncio de una conocidísima marca deportiva emitido con ocasión del Mundial nos dio bastantes pistas, pero no supimos interpretarlas: Drogba, Cannavaro, Ribery, Cristiano Ronaldo... todas las estrellas de la firma soñaban como sería su vida y sus países si ganaban el campeonato del mundo ¿Todas? ¡No! Los españoles Piqué, Cesc y el propio Iniesta eran los únicos que ni siquiera aparecían sobre el campo: se les veía sentados tirando un periódico con enfado tras leer que la campeona era la Inglaterra de Rooney. Y es que, a los españoles, no se les permite ganar ni en sueños. Tal era así que, cansados de tanta frustración onírica, los chicos de la Roja no tuvieron más remedio que hacerlo realidad.
El Balón de oro es como los Oscar de Hollywood: como todo trofeo, no siempre deja sensación de ser justo. En el cine al menos queda el consuelo de que el tiempo deja las cosas en su sitio y las películas se revalorizan o devalúan con los años. Por ejemplo Perdición, de Billy Wilder, es considerada una obra maestra de forma unánime, mientras nadie recuerda ya Siguiendo mi camino (con Bing Crosby haciendo de cura), la película que le arrebató el Oscar en 1944. Pero el fútbol, a diferencia del cine, es un efímero "arte de lo inmediato". Un partido se juega y la crónica queda para los anales, pero rara vez vuelve a visionarse. Prácticamente ningún aficionado al fútbol ha visto ningún partido completo de los ídolos de la generación anterior. Así que los jóvenes aficionados de hoy día no son conscientes de lo ridículo e incomprensible que nos resulta que gente como Papin o Matthias Sammer tengan un galardón que no recibieron Klinsmann ni Maldini (por citar sólo un par de ejemplos).
Nadie duda que Messi sea el jugador más espectacular, explosivo y desequilibrante del planeta y decir que no merece el trofeo sería una barbaridad, pero desde que el Balón de oro y el FIFA world player se unificaron en 1995 (antes el trofeo estaba limitado a jugadores del continente europeo), una ley no escrita dictamina que los años de Eurocopa y, sobre todo, Mundial, consagran a un jugador de la selección campeona. Al menos ésa fue precisamente una de las excusas para no reconocer a Raúl González (y mis escasos lectores saben que no soy nada sospechoso de madridismo), un hombre que, además de serlo todo en el Real Madrid, ganó con su equipo la friolera de seis Ligas y tres Copas de Europa.
¿Qué queda al final? Una sensación de injusticia y frustración generalizada. Porque, si a estos chicos no les ha servido de nada ganarlo todo con sus clubes y selección... ¿cuándo le darán el balón de oro a un español?
Yo, por si acaso, le recomendaría a Luis Suárez que duerma con el balón de oro bien agarrado. No sea que vengan durante la noche y se lo arrebaten aprovechando su sueño.

Luis Suárez. Único balón de oro español hasta el momento
(y por lo que se ve, a perpetuidad), contempla su trofeo. Que tenga cuidado...

miércoles, 5 de enero de 2011

Noche de Reyes

La casa y el pasillo ya eran de por sí inquietantes. Pero… si ellos eran tres ¿de quién era la cuarta silueta que acechaba en la oscuridad?

Los Reyes Magos (mosaico bizantino de la Iglesia de San Apolinar. Rávena)